¿Puede la alimentación, influir significativamente, en nuestro estado de ánimo ?
Nuestro estado de ánimo depende de muchos factores, entre ellos: las hormonas, los neurotransmisores , y también de la mente en sí misma, nuestro subconsciente y todos sus patrones conductuales . En definitiva es un problema cuerpo-mente, y como nos explica el budismo, y recientemente la física cuántica, no hay separación entre ellos, y sabemos que la mente influye en el cuerpo, y el cuerpo sobre la mente, ya que todo es energía.
De esta forma empezamos a entender como la alimentación, tiene tanto que ver con nuestras emociones, porque, la mala alimentación, o también podríamos llamarle alimentación antifisiológica, genera inflamación sistémica(en todo el organismo), y también altera el balance hormonal. Afectando de esta forma, el componente fisiológico de nuestro estado de ánimo.
Para explicar esto, tenemos que conocer un concepto, que ya tiene tiempo en la medicina funcional : “el eje microbiota – intestino – cerebro”. Si estamos acostumbrados a seguir una dieta estándar moderna, en casi el 100% de los casos, encontraremos una disbiosis intestinal, esto quiere decir, una microbiota alterada, que no está en equilibrio.
Hoy en día, este problema, ya está identificado, con el inicio de casi todas las enfermedades metabólicas, y esto sucede entre otras cosas, porque la cantidad de carbohidratos consumidos, en las dietas modernas, excede ampliamente, lo que nuestro organismo, es capaz de procesar de una forma correcta y saludable. Biológicamente NO estamos preparados, para estas cantidades supra – fisiológicas de carbohidratos, y como si esto fuera poco, ya sabemos, que en este tipo de dietas, está lleno de gluten, que es una lectina, en definitiva una toxina, que es producida como defensa, por las plantas. Estas lectinas, incluido en ellas el gluten, obliga a los enterocitos (células del intestino), a generar un exceso de la proteína “Zonulina” que separa entre ellos a los enterocitos, generando una abertura y dejando pasar hacia la sangre; bacterias de la microbiota, comida pre digerida, y también las lectinas en sí mismas, que no olvidemos que son toxinas generadas por las plantas para atacar a los depredadores, generando todo tipo de problemas auto inmunes. Este gran problema, es conocido como intestino permeable, y en este escenario, el sistema nervioso entérico a través del nervio vago, manda la orden al cerebro, que genere hormonas del estrés, entre ellas el cortisol, y también el Sistema Inmune, genera Inflamación Sistémica, que incluye la inflamación del cerebro. Todo esto, para poder contrarrestar, esta invasión de agentes patógenos, que por supuesto no pasa nunca, porque nunca, quitamos la causa del problema.
Otro aspecto muy importante, es que estas dietas modernas, generan picos de glucosa e insulina, que a la vez generan picos antifisiológicos de Grelina y Leptina, que son las 2 hormonas, que generan la respuesta fisiológica de hambre y saciedad. Y estos picos exacerbados, generan sensaciones fuera de lo normal, sintiendo mucha más hambre de lo que debería, y por supuesto esto genera mucho malestar y ansiedad. En definitiva esa sensación de hambre, que siente el hombre moderno, está tremendamente amplificada, y esta situación, es muy perjudicial, para poder mantener una conducta alimenticia sana, y por supuesto, un generador de estrés y ansiedad constante. Poder controlar, este aspecto fisiológico de la ecuación, es decisivo, porque ese multiplicador generado por la parte biológica desaparece y la diferencia es abismal. Imaginate, que tu sistema nervioso simpático, la parte que se encarga de huir y pelear, está activado todo el tiempo las 24 horas del día, esperando que la amenaza aparezca. Todo este estrés, extra, que no debería existir, se multiplica en combinación con tus estados aflictivos, generados por el ego, y el resultado no es muy bueno, como es de esperar. Razón también por la cual, la mayoría dejan los planes alimenticios.
Lamentablemente, nacimos en un paradigma donde nos hicieron creer, que esta forma de alimentarnos es normal, y así, nos hacemos adictos a los carbohidratos, mucho antes incluso de tener conciencia, y esta, es la razón por la cual ni siquiera cuestionamos este paradigma. Esta dependencia adictiva a la glucosa elevada en sangre, se encuentra guardada, en lo más profundo nuestro subconsciente, y nos va a llevar por el mal camino, el resto de nuestras vidas. El gran problema, que tenemos como humanos modernos, es poder controlar a este “adicto inconsciente”, y para eso se necesita mucha voluntad, tanto, que la mayoría, no lo logra, y si no quitamos ese componente fisiológico, es como enfrentarse a un ejército, con un cuchillo. Pero no té preocupes, esto tiene una solución, y es cortar con este anti saludable patrón alimenticio, y empezar a alimentarnos de forma fisiológica, una alimentación, que esté acorde a nuestra evolución, nuestra microbiota y biología. Así, poco a poco, todos estos problemas de inflamación y estrés excesivo, cesan, y con el tiempo, la ansiedad fisiológica desaparece.
Controlar este aspecto, es fundamental en las Terapias Metabólicas, la idea es que sea un proceso lo más orgánico posible, sin tener que pasar por un estrés excesivo, que es justo lo que estamos queriendo eliminar. Esto, se hace a través de etapas de adaptación, para que la persona, pueda lograr sus objetivos, con el menor estrés fisiológico, y mental posible.
Las terapias metabólicas, tienen como objetivo, restaurar no solo la microbiota y todos los aspectos expuestos anteriormente, si no restaurar el metabolismo entero, de esta forma, quitamos el origen real, de la enfermedades metabólicas. Todos estos mecanismos no los vamos a explicar, por razones que exceden a este contexto, pero las terapias, son en sí mismo, un aprendizaje de cómo funciona nuestro metabolismo, y cómo restaurarlo, y evitar de esta forma la mayoría de las enfermedades, que padece el ser humano moderno.
Por supuesto que el componente mental, de estos estados aflictivos no desaparece, pero si la parte fisiológica que como dijimos es un multiplicador del problema, haciendo el abordaje psicológico mucho más eficiente y efectivo.
Artículo del terapeuta Martín Rivero.

