Hipnosis Regresiva Introspectiva Cuántica.

Información: «Conocer el origen de un problema, facilita resolverlo»

Terapia de hipnosis .

La Terapia por Regresión
Es un tratamiento terapéutico que utiliza la hipnosis como herramienta para acceder a recuerdos o imágenes relacionadas con el origen de ciertas dolencias emocionales, físicas o psicosomáticas como depresión, complejos, culpas, fobias, migrañas, ciertos tipos de cáncer u otras enfermedades que no encuentran explicación en los métodos médicos convencionales.
Durante la sesión, el objetivo es guiar al paciente hacia la comprensión de esa causa original, motivarlo a perdonar, aceptar y reprogramar su mente, generando así un profundo efecto sanador.

Lo que la persona visualiza, siente o narra puede corresponder a hechos reales de su historia, pero también puede tratarse de una construcción simbólica generada por conflictos no resueltos, deseos inconscientes o culpas internas. Aun en estos casos, la regresión actúa como un potente «placebo psicológico», capaz de liberar emociones reprimidas, estimular la producción de endorfinas y activar mecanismos de sanación natural.

El paciente se mantiene consciente durante toda la experiencia (no está dormido ni pierde la voluntad), y experimenta una doble percepción: sabe que está aquí y ahora, pero al mismo tiempo se siente inmerso en una vivencia pasada, como si habitara otra personalidad o momento en el tiempo. Esto le permite observar, comprender y resignificar el origen posible de sus traumas o enfermedades.

Terapia de hipnosis.

En algunas regresiones, pueden surgir recuerdos de supuestas vidas pasadas, idiomas desconocidos o escenas que no pertenecen a esta vida actual. A este fenómeno se lo conoce como xenoglosia, y ha sido considerado por muchos como una evidencia de la reencarnación, lo que abre el debate existencial:
¿Qué hay en nosotros que perdura más allá de la muerte del cuerpo? ¿Dónde se aloja esa memoria que no se transmite genéticamente? ¿Somos un cuerpo con espíritu o un espíritu que transita este cuerpo?

Existen distintas hipótesis sobre el origen de estas percepciones: herencia genética, registros akáshicos, inconsciente colectivo, la noosfera, telepatía o incluso la influencia de lecturas o contenidos audiovisuales. Sin embargo, hay casos en los que la información recibida por el paciente no se relaciona con ninguno de estos factores, como por ejemplo cuando narra detalles de un tiempo y lugar que luego pueden verificarse, o cuando manifiesta conocimientos imposibles de adquirir de forma consciente. Allí surge la posibilidad de una memoria extracerebral.

¿Cómo se valida una regresión?

A través del cuestionamiento sistemático durante la sesión —preguntando por nombres, lugares, fechas, idiomas, costumbres, clima, vestimenta— es posible discernir si se trata de una memoria auténtica, simbólica o creada por la mente. Se sugiere que una regresión es potencialmente verificable cuando se pueden confirmar al menos seis datos coincidentes.

No obstante, más allá de la comprobación histórica, el verdadero valor de la regresión está en su capacidad terapéutica. Una regresión es considerada nítida cuando las sensaciones que experimenta el paciente son tan vívidas que se sienten reales, y traen consigo una certeza interna de autenticidad.

Tipos de regresión:

• Regresión pictórica: Las imágenes aparecen como si fueran escenas de una película proyectada en la mente.
• Regresión kinestésica: La persona experimenta sensaciones físicas o emocionales intensas: olores, temperaturas, presión en el cuerpo, alergias, lipotimia, e incluso emociones como miedo, rabia, tristeza o inseguridad.
• Regresión intuitiva: Los recuerdos comienzan como sensaciones vagas que, al profundizar el trance, se transforman en escenas y emociones claras.
• Regresión mixta: Una combinación de elementos visuales, físicos, emocionales e intuitivos.

¿Para qué sirve recordar?

Recordar el origen emocional de una afección ofrece la posibilidad de elaborar duelos, cerrar ciclos, perdonar heridas y liberar emociones reprimidas que suelen manifestarse como enfermedades físicas o síntomas psicosomáticos difíciles de diagnosticar clínicamente.
Enfermedades como colon irritable, gastritis, migrañas recurrentes, parálisis funcionales, bloqueos de memoria, ciertos tipos de cáncer o artritis reumatoide pueden estar relacionadas con emociones acumuladas como el miedo, la culpa, la ira o la tristeza profunda.

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